sábado, 2 de agosto de 2008

DOMINGO 4 (27 DE JULIO)

El domingo 27 de julio, participaron Sergio Antezana, y Dennise Gálvez, con el apoyo de Melissa Herrera de Entre 2 Aguas, esta vez sin su contraparte.


Se analizaron dos canciones con los participantes del taller, buscando encontrar una estructura en las canciones que permita a los participantes indagar sobre las múltiples formas de hacer canciones, y sobre los roles o motivos que deben asociarse a las partes de una canción. Una primera canción fue "Hoy mi deber era" de Silvio Rodríguez:

HOY MI DEBER ERA

Introducción

Parte A:

Hoy mi deber era cantarle a la patria
alzar la bandera, sumarme a la plaza
hoy era un momento más bien optimista
un renacimiento, un sol de conquista

Parte B:

pero tu me faltas hace tantos días
que quiero y no puedo tener alegrías
pienso en tu cabello que estalla en mi almohada
y estoy que no puedo dar otra batalla.

Parte A:

Hoy yo que tenía que cantar a coro
me escondo del día, susurro esto solo
¿Qué hago tan lejos dándole motivos
a esta jugarreta, cruel, de los sentidos?

Parte B:

Tu boca pequeña, dentro de mi beso
conquista, se adueña, no toca receso
tu cuerpo y mi cuerpo cantando sudores
sonidos posesos, febriles temblores.

Parte C o resolución:

Hoy mi deber era cantarle a la patria
alzar la bandera, sumarme a la plaza
y creo que, acaso, al fin lo he logrado
soñando tu abrazo, volando a tu lado



Luegos analizamos otra canción de este mismo autor:

ÓLEO DE MUJER CON SOMBRERO

Introducción

Parte A (muy similar a la introducción)

Una mujer se ha perdido
conocer el delirio y el polvo,
se ha perdido esta bella locura,
su breve cintura debajo de mí.

Se repite la parte A hasta el final

Se ha perdido mi forma de amar,
se ha perdido mi huella en su mar.

Veo una luz que vacila
y promete dejarnos a oscuras.
Veo un perro ladrando a la luna
con otra figura que recuerda a mí.
Veo más: veo que no me halló.
Veo más: veo que se perdió.

Una mujer innombrable
huye como una gaviota
y yo rápido seco mis botas,
blasfemo una nota y apago el reloj.
Que me tenga cuidado el amor,
que le puedo cantar su canción.

La cobardía es asunto
de los hombres, no de los amantes.
Los amores cobardes no llegan a amores,
ni a historias, se quedan allí.
Ni el recuerdo los puede salvar,
ni el mejor orador conjugar.

Una mujer con sombrero,
como un cuadro del viejo Chagall,
corrompiéndose al centro del miedo
y yo, que no soy bueno, me puse a llorar.
Pero entonces lloraba por mí,
y ahora lloro por verla morir.


La idea es analizar que diferentes estructuras sirven para formar canciones y que no siempre es necesario tener un coro repetitivo, sino melodías que acompañen la letra.

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